En el transcurso de la vida tenemos que afrontar sucesos como la muerte de un ser querido, el fracaso en los estudios o en el amor, la pérdida del trabajo... La reacción normal de cualquier persona ante estos casos es la aflicción, sin embargo, hay individuos que no logran superar su estado de desconsuelo y entonces sobreviene la depresión, una enfermedad peligrosa que tiene un elevado índice de suicidios entre los afectados.
La repercusión de la depresión es muy grande ya que no solo afecta al enfermo, sino que se extiende a las personas más allegadas de su entorno: familiares, amigos, compañeros de trabajo. El sistema de salud pública en España es bastante deficiente para tratarla, la falta de tiempo hace que los pacientes reciban una media de tres minutos de asistencia por parte del especialista. Un tiempo a todas luces insuficiente. Conscientes de este problema, que según la Organización Mundial de la Salud afecta a tres millones de españoles, la Alianza para la Depresión presta sus servicios mediante grupos de autoayuda, labores de información y concienciación social, etc. Ellos abren camino a la esperanza y a la recuperación.
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